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Semana 1 - Situándome

 ...aunque por poco tiempo. El día a día en esta semana de adaptación temporal.

Esta ha sido la primera semana completa y al mismo tiempo, última que pasaré en el Centro Cultural de Brasilia así que, qué mejor que mostrar un poco este espacio y contar que ha sucedido estos días.


En primer plano la casa donde se realizan las comidas, la misa y están los espacios de recreo como el salón y biblioteca. Siguiendo la hilera de coches del parking hay otro edificio en el que está la oficina del SJMR y algunas habitaciones, en una de las cuales estoy yo. Al fondo un edificio en construcción que formará parte de estas instalaciones en el futuro.

Por dar una imagen también del exterior (todo el recinto está vallado), pongo foto de la calle. Seguramente en la foto no se aprecia pero toda la tierra aquí es prácticamente roja.


Esta calle, todas las calles en realidad, están repletas de árboles cuyo fruto son los mangos y aguacates. Curioso verlos en el suelo, cuando en España están a euro la unidad. Me ha recordado a los naranjos de Valencia, y cómo para quienes los tenemos tan cerca, la naranja no te la quitas del campo ni regalada, acaba en en el suelo, el fruto local lo tenemos aburrido y se busca lo exótico. A qué precio...

Uf vaya intensidad hablando de mangos y naranjas, será que ya voy echando en falta a la Terreta. Vuelvo para aquí, a relatar la semana. 

Resulta que los "juernes" aquí, o al menos para la "tribu jesuita", son los lunes. Así que, este lunes aprovechando que es el día "fiestero" de la comunidad y que llegaban los componentes del equipo del SJMR que mencionaba en la entrada anterior (Flávia, Janaína y João), se organizó una pequeña celebración en la que el chorizo,  jamón y los turrones que traje de España fueron los principales protagonistas. 


He aquí los más valientes, que aguantaron hasta las "tantas" (séase las 23:00, sin pasarse). De derecha a izquierda, algunos ya han salido antes, Agnaldo, Flávia, Janaína, João, servidor, Bira y Gabriel. Destacar el importante papel de Bira, que me ha apadrinado esta semana y al que le debo la mayoría de planes que me han sacado del centro el rato libre diario.

Los cuatro primeros, se han pasado en la oficina todo el día, entre reuniones, DAFO's y cronogramas varios. Por supuesto, yo les he acompañado, aunque ocupando un segundo plano empapándome de los entresijos de la organización y haciendo mucho oído (porque por hablar no habrá sido, casi se han pensado que era mudo) de un portugués que tiene una fonética bien liosa. Mi tarea principal fue elaborar una presentación de los proyectos actuales de la oficina de Manaos (de esto hablaré próximamente), algo que pude hacer gracias a la ayuda de João, una reunión con Terida (trabajadora en dicha oficina) y la consulta de los documentos en línea. La presentación fue la perfecta ocasión para que luciese mis dotes de "portuñol" todavía en construcción.

La reunión con Terida fue muy interesante ya que me comentó la situación, desde el propio terreno, y me anunció algunas problemáticas derivadas de los muchas veces, limitantes procesos burocráticos. Por ejemplo, me contó que en ocasiones las entidades que financian fijan los destinatarios de los proyectos a solo una nacionalidad (la mayoritaria en cuanto a flujos migratorios, en el caso de Manaos, la venezolana) dificultando la asistencia a personas de otras nacionalidades. También se da la paradoja de aquellas personas que aún teniendo la nacionalidad venezolana, no pueden ser atendidas porque provienen de comunidades indígenas y por tanto, como indígenas, no entran en los cupos de los programas de integración ya que se considera que por sus particularidades culturales (que deben ser preservadas) han de ser incluidos en otros programas pero...no hay otros programas, así que se quedan sin ayuda. Por otro lado, está el problema de plantear la inserción de las personas migrantes en las comunidades locales sin asistir al mismo tiempo, las condiciones de vulnerabilidad de las personas locales con quienes se pretende integrar.

Y esta ha sido, básicamente, la semana. Mañana y tarde en la oficina, con algunos momentos libres (sobre todo el viernes una vez ya presenté los proyectos) que aprovechaba para estudiar portugués. Por las noches alguna salida con el equipo o los jesuitas a tomar algo o incluso un día de "cine" (casero).

Durante el fin de semana hubo un poco más de movimiento. El sábado por la mañana, Gabriel y yo, fuimos junto con Bira al lugar donde este trabaja a participar en un encuentro juvenil (online eso sí) de Magis Brasil. Salimos a la cercana ciudad satélite de Planaltina. Por la tarde tuve una reunión con Agnaldo para repasar el convenio, resolver dudas e ir definiendo roles. El domingo después de la misa en honor al santo español, Alonso Rodríguez, a la que asistieron religiosos y religiosas de otras congregaciones, hicieron un churrasco. Una "torrà de tota la vida", vaya. Por la tarde para bajar el alimento, paseo al Parque de la Ciudad del que dejo una fotografía.


Siento no traer alguna foto más de la ciudad pero realmente la rutina diaria ha sido de claustro total. Es por ello que tengo bastantes ganas de llegar ya a Manaos (el miércoles tenemos el vuelo, voy con Agnaldo y João) y tener un poco más de espacio. No obstante, valoro mucho que estén tomando tantas prevenciones y dándome una entrada al país y a la organización tan escalonado. Se agradece poder entrar en esta realidad sin prisas ni presiones.

Para contextualizar un poco el lugar en donde he estado estos días, dejo imagen del "avión" que es la zona céntrica de Brasilia. Por aquí me he movido, ambiente muy moderno del que no escapa, eso sí, la desigualdad (aumentada por la pandemia) que se refleja en las "casas" improvisadas con cualquier material en los márgenes de las carreteras exteriores.


Así que por ir acabando, tras una semana necesaria y en la que me he sentido muy acogido, estoy con muchas ganas de llegar a Manaos. De establecerme de forma permanente, sentir que es un espacio propio y no de pasada. Además, ya va siendo hora de conocer al equipo con el que trabajaré en Manaos.

Abrazos,

Sergio


PD: para los curiosos de la comida, pongo una foto de como son las comidas diarias en el Centro, nada muy alejado de lo que podríamos encontrar en España.



Decir que justo ese día habían más bandejas que de costumbre (había sobrado del día anterior una de espaguetis). Las básicas, eso sí, son las de la derecha. Siempre hay una de ensalada, arroz y habichuelas. Le sigue una opcional de "migas" y luego el plato fuerte, una bandeja de carne que suele variar. Comida para unos cuantos, sobre 10-15 personas, pero que me ha dado para conocer la expresión de Agnaldo de "depresión post-prato".

Comentarios

  1. El comienzo de una gran aventura, eres un guerrero Sergio, disfruta mucho esta experiencia tan enriquecedora!

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    1. Muchas gracias por los ánimos, por ahora no están habiendo grandes dificultades pero no dudo que pronto pueden aparecer. Saludos :)

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  2. Nevot, estás fet un Cervantes. Cuidat molt.

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  3. Aventura lograda, que encuentres todo lo que quieras cambiar en este mundo tan globalizado. Cuídate y ves despacio, tienes tiempo .... Ánimo cabut

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    1. Moltes gràcies, bon consell, despacito y con buena letra. Molt d'ànim a tu també ;)

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