Como decía en la anterior entrada, volvía la normalidad y el trabajo diario. Aun así, toda semana tiene sus detalles -mejores y peores- de modo que ahí van los de esta semana a caballo entre finales de mayo y principios de junio.
La tarde del martes nos deparaba una cita especial y es que, aprovechando el aniversario del padre Ronaldo (que cumplía 88 años) este realizó una celebración en la que también presentó su último libro. Así mismo, los presentes (que fueron bastantes) tuvieron más que palabras para agradecer todas las décadas de trabajo y cercanía de este jesuita estadounidense ya brasileño. El próximo 5 de julio nos dejará para ir a su próximo destino, lejos de tierras amazónicas en donde tanto ha hecho.

El PITRIG es el Puesto de Interiorización y Triaje (enmarcado dentro del operativo del ejército brasileño conocido como Operación Acogida), en él se encuentran las principales organizaciones humanitarias internacionales (ACNUR y OIM) así como, otras tanto locales como nacionales. Es el punto organizador del trabajo con migrantes de la ciudad de Manaos (y de toda aquella en donde se encuentre, en el caso de Boa Vista -también donde se ubican los campos de refugiados-). De modo que, parecería lógico que el SJMR tuviese presencia y dicho lugar.
Y en realidad, desde mi llegada allá por principios de noviembre se comentó en la oficina la importancia de tener un espacio ¨nuestro¨ allí y de cómo yo debería encargarme, en parte, de dicho trabajo/presencia. Sin embargo, del dicho al hecho hay un trecho. No se consiguió entrar en el PITRIG. Ha sido ahora cuando por fin, las cosas han ¨dado cierto¨ (como dice esta común expresión brasileña) y vamos a poder llevar los servicios del SJMR al centro de la ¨movida¨ migratoria.
Lo cual es muy positivo porque, por un lado estás en contacto directo con el resto de organizaciones en el día a día (de hecho vamos a compartir ¨caseta¨ con Hermanitos, otra organización social) y por otro, con los migrantes más vulnerables (muchos recién llegados) que no conocen todavía la red de instituciones sociales o directamente no tienen forma para desplazarse a nuestra oficina. Entonces, clave lograr dicha presencia.
Abajo, Terida fotografiada en la caseta que nos toca junto con otros trabajadores sociales.
Con la ayuda de Klebson y uno de los chicos de Magis colocamos durante el jueves los primeros muebles en el espacio para poder dar inicio a la actividad la siguiente semana.
La tarde fue de lo más agradable, la pasé con David dándole un poco pal pelo al ajedrez y luego en el local de Nohemi para que de paso, se conocieran. Y a todo esto, Fernando (mi predecesor VOLPA) ya con luz verde y ¨en camino¨ para llegar, aproximadamente, en julio. Menuda colonia de españoles vamos a montar en un momento. Aunque David estará intermitentemente entre nosotros. Gajes de su oficio/proyecto.
Lo desagradable, ciertamente, vino al día siguiente. Los viernes no tenemos atención al público pero como no todos lo saben, siempre hay que atender a alguna persona que llama espontáneamente. Generalmente con dar información de qué días hacemos esto o lo otro sirve porque no hay mayor urgencia. No fue el caso. Esta vez era una emergencia.
A nuestra oficina llegó una mujer con su hijo al brazo. Quería saber si teníamos ayudas para regresar a Venezuela. Últimamente esa pregunta ha sido más frecuente de lo habitual. En este caso, el motivo era distinto. No quería volver a su casa, su pareja la maltrataba. Así que la cuestión cambió, quería pues saber donde podía pasar la noche, información sobre albergues. Había dejado a su otro hijo con una vecina. En cuanto supiera donde ir lo recogería y se irían.
Evidentemente, la situación requería mucho más que ¨simple información¨, de modo que hablé con Mikely y esta contactó con el Instituto Mana que trabaja con mujeres víctima de violencia de género. Esta organización tiene un programa propia de alojamiento y acompañamiento a las víctimas. A medida que Mikely nos contaba (a la mujer y a mí), yo traducía. El punto delicado era que, quien solicita acogerse a dicho programa debe aceptar denunciar a su pareja. La mujer accedió sin mayores problemas. Todo ¨bien¨ pues, pensé. Que ingenuo. El siguiente paso era esperar al personal del Instituto Mana que vendrían a la oficina para acompañar a la mujer a recoger a su otro hijo y ya junto a ellas, dirigirse a la residencia temporal lejos de su agresor. No obstante, no fue eso lo que pasó. Por más que insistimos en que no se fuera, que esperase y fuese luego (acompañada) a por su otro hijo. Ella se fue. Él trabaja por las noches, no estará. Quien sabe si estaba, si se arrepintió, si...lo que sabemos es que no volvió.
Con todo ello todavía en el cuerpo, realizamos el cuarto encuentro pastoral tras meses de ausencia. El padre David le dio una pasada a la vida de Santo Ignacio y luego presentó con más detalle la espiritualidad ignaciana y el funcionamiento de sus ejercicios espirituales.
Mirando a España, más cerca cada día que pasa...y una foto de las presentes:
Fin de semana bastante casero, salvo por el intento fallido de ir a la playa el domingo y pre-celebrar el cumpleaños de Julio. Fue una mañana pasada por agua y al menos, tuvo el buen momento de disfrutar de la comida venezolana de un local al que hacía tiempo que no íbamos.
Abrazos,
Sergio
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