Última semana en la primera línea de la oficina, ahora me verán igual pero en pantalones cortos y sandalias, que todavía quedan un par de semanas. Echamos el resto y nunca mejor dicho en mi caso, que con el tremendo gripazo que llevaba apreté para llegar.
Los primeros días, como decía, saboreando el malestar físico iniciado el lluvioso domingo anterior. Las decisiones de aquellas dos noches, a la fresca o en lugares con aire acondicionado a tope, no fueron las más indicadas para mejorar mi estado. No obstante, el trabajo en la oficina (atendimiento normal y solventando errores en la PAS) siempre es un seguro en tanto que mi cama se situa tan solo dos pisos por encima y está presta para cualquier consulta.
El miércoles ya hube de rascar un poco más porque Terida me pidió que le echase una mano en el PITRIG, la base militar de la Operação Acolhida. A la tarde Mikely y ella estarían en una formación así que, debía estar de guardia en nuestro puestecito. Eso hice. Oportunidad para despedirme de mi segunda "caseta" durante todo el mes de julio.
El jueves un pasito más, un poco más lejos todavía y ya no con funciones "defensivas" sino "ofensivas" (trámites a punta pala). Acción de predocumentación en una comunidad del barrio de Santa Etelvina. Con Mikely y los nuevos voluntarios Alexander (grata sorpresa a medias) y Yoveline. La charla de la OIM se alargó y empezamos dos horas más tarde sumado al flujo constante de personas interesadas hizo que pasáramos todo el día allí. Finiquitao.
Se me perdone el careto que estaba malito
El viernes parecía que sí, que no, ¿mejor o peor? Bueno, me empecé a dar un poco más de margen para probarme fuera de casa y acompañé a Fernando a ver un carcelario portal, para entrar no dio tiempo. Planes de reserva de energias ya que el fin de semana iba a ser movido, estuviera como estuviera el tiempo se acaba y hay que aprovechar. O no.
En realidad sí.
Después, hasta la medianoche, pudimos estar (también con el volpa David y su tutelada voluntaria austriaca Julia) con todas las personas de la Capoeira: Leandro, Erica, Ney, Zumba. Ya casi una despedida, no los veré muchas más veces.
Temprano nos desperamos el domingo para atravesar de nuevo el puente sobre el río Negro. Desayuno regional en Casa Priscila testando las diferencias del pé de moleque del interior (que comí en la itinerancia de mayo) y el "precocinado".
Jason que es un entusiasta nato quiso mostrarnos las ruinas de Paricatuba a Yan y a mí, el grupo se dividió (también venían Yoslin, Julio, Megale...que ya las habían visto) y estos fueron para la playa de Açutuba (quedaba cerca de la chácara a la que íbamos). Lo más destacable del sitio es ver el futuro que le espera a cualquier construcción humana en esta región. La floresta tiene las mismas capacidades técnicas (o más) de adaptarse a nuestros espacios:
Paseillo por la costa cercana y ya nos dirigimos a donde se encontraba el resto del grupo.
Tras volver, ya a la noche, Fernando y yo nos encontramos con Dimas y Arquelino. Cenamos juntos y en fin, de nuevo debo decir que casi despedida...la bola empieza a suponer efectos fisiológicos no relacionados con el resfriado.
Abrazos,
Sergio
Ya mismo te tenemos aquí!
ResponderEliminar