¡Seguimos para bingo! Ya con línea. Desde luego, los viernes están siendo el mejor día de las últimas semanas. En esta ocasión, la invitación de Ney hizo que disfrutáramos un evento de capoeira de su asociación "Arte e Revelação" en el barrio de Compensa II. En una semana de carnaval, en la que los eventos habían sido anulados por los casos de Covid, fue una alegría y una suerte poder presenciar el espectáculo que ofrecieron y que os traigo a pedazos, en varios vídeos. Primero, foto del grupo:
A Compensa II fuimos la tarde del viernes Terida, su sobrino Yan y servidor. Allí nos encontramos con Arizete y su hermana (que trabajan en la escuela del barrio). Juntas fuimos a casa de Ney que estaba con sus tres hijos merendando. De pronto escuchamos tres disparos y el menor de sus hijos se acercó corriendo a la baranda y exclamó: ¿a quién han matado ahora? Ney le corrigió. No habían matado a nadie, estarían probando las armas que acababan de comprar. Yo me pregunté como podía saberlo. Luego pensé que no se habían escuchado gritos ni lamentos, por lo que nadie había podido haber sido asesinado. Aunque ahora lo pienso y hay quien muere sin que nadie lo llore así que, quien sabe.
Al salir en dirección al lugar donde se realizaría el evento, entre los callejones estrechos y sin iluminación, pasábamos junto a los "camellos" apoyados en sus esquinas. La violencia y el tráfico, van de la mano.
Una vez llegamos, los participantes se colocaron en círculo y tras unas breves palabras, comenzaron:
Para quien no sepa qué es la capoeira, enlazo un artículo (con leer el principio basta) que explica con detalle en qué consiste:
La Capoeira es iniciada con un canto al tiempo que los alumnos dan palmas. Empieza de alguna forma, el "calentamiento". A partir del minuto 4:00 ya entran en acción varios niños. Las "danzas-lucha" empiezan por los más pequeños:
Siguen los jóvenes:
Hasta llegar a los adultos (profesor, Ney, incluido):
Realmente llegaron incluso a salir "al ruedo" una mujer y un hombre que tenían cerca de 70 años. Aunque de ellos no tengo vídeo. De quien sí tengo fue de los dos mejores alumnos, que ya había visto hace dos viernes en la presentación del libro "Vidas que falam". Mirad este porque aquí si que hay piruetas de las buenas:
Tras ellos cambió un poco la dinámica y el círculo se deshizo. Un grupo de jóvenes cogió unos palos de madera e iniciaron este baile:
Decir que esta fue el primer intento, que no salió tan bien como el segundo. Lo que sí salió bien a la primera, supongo que no quedaba otra, es el baile con "cuchillos jamoneros" que se cascaron luego:
A la izquierda, al principio del vídeo anterior, se ve a una renacuaja a la que su padre tiene que llevarse porque se está metiendo por el medio. Fue muy bonito después, ver como entraban en el círculo (que volvió a formarse) y "danzaban-luchaban" juntos. En esa vuelta al círculo ya no hubo diferencia alguna y se elegían "contrincantes" muy dispares como en este momento en que un adulto "danza-lucha" contra dos de las niñas más pequeñas:
Finalmente el círculo se unió y todo terminó tal que así:
Al acabar nos hicieron decir unas palabras al público desplazado y les comenté que me había parecido increible y que iba a compartirlo con "mi gente" de España. Dicho y hecho.
Una pareja que estaba a nuestro lado se ofreció a ser nuestra "carona" (a llevarnos a casa, vaya) lo cual parece ser ya una costumbre del "manauara" local para con el forastero. Ma que són bons.
Por el resto de la semana vamos a pasar rápido, no se me apuren.
Lunes y martes los teníamos libres por el no-Carnaval. El primero, fue principalmente día de "hacer mercado", como dicen los venezolanos el "ir a comprar". Tras un paseo por el centro que fue más, refugiarse en tiendas por la atronadora lluvia, que paseo acabamos en el "Mercado de la banana" que queda perfectamente ilustrado con esta foto:
El segundo, un poco más movido, me llevó a la comunidad de João Luiz, Ronaldo (quien pronto se irá a una residencia, de modo que he de aprovechar nuestras últimas charlas en la azotea) para almorzar con los jesuitas. A la tarde fui con el padre Alex, mi acompañante, para la casa de retiro donde Arquelino y Dimas estaban organizando un evento para el grupo de jóvenes del área misionaria. Me vino bien el soplo de juventud y la hora que pasamos bailando canciones (a destacar Asereje y Macarena internacionales) del Just Dance vía proyector en la pared.
El miércoles, por su parte, pasé la mañana planificando un viaje durante la Semana Santa que me hará recorrer de barco "todo" el río Amazonas (desde su unión con el río Negro en el "Encuentro de las dos aguas" hasta su desembocadura en el Atlántico) haciendo parada en las ciudades paraenses de Santarém y Belém. Más tarde, Terida y yo fuimos con los "padres" al área misionaria para celebrar el Miércoles de ceniza.
El jueves atendimos a un grupo de madres solteras con muchos hijos y al mediodía Terida y yo hablamos de justamente eso, lo normalizado que está en los países latinoamericanos que el padre abandone a sus hijos, aunque les de apellido, aunque pase algunos años viviendo con ellos, no parece haber ninguna seguridad ni "juicio social". Después quedamos con Renato, para cerrar los últimos flecos que del evento conjunto con MAGIS que realizaremos el 26 de este mes.
En cuanto al fin de semana, el sábado cayó la segunda dosis mientras me preguntaba si el medio "cupón" que lo atestigua me lo tomarán en serio cuando vuelva a España. Veremos. A la enfermera se lo hice pasar un poco mal, deberían tener sillas para vacunarse sentado.
El domingo los sencillos planes que tenía se fueron al traste por circunstancias varias. Por un lado, por esa pésima costumbre de esperar la respuesta de un whatsapp en lugar de llamar directamente por teléfono. Por otro lado, y sin coñas, porque Rose (con quien iba a quedar) fue asaltada (junto con Luis Miguel y Mara) en el río. Llevándose los asaltantes todas sus pertenencias. Incluso la lancha. Y hay que dar gracias que estén vivos. "De película" como me dijo Luis Miguel, de miedo para puntualizar.
Saludos,
Sergio
Comentarios
Publicar un comentario