Venga va, voy a intentar hacer un ejercicio de síntesis ya que esta semana me lo pone bastante fácil. Y lo hace porque no ha habido nada fuera de lo normal, en todo caso nervios al final de la misma por lo que a continuación explicaré.
Como los miércoles son el día que vienen más voluntarios, de ese nuevo grupo que ha llegado, he decidido que voy a pasar mi día libre al jueves. Así puedo estar con ellos, conocerlos mejor y en suma, cumplir con esas tareas de responsable que me asignaron.
Entonces, los tres primeros días de la semana fueron el acostumbrado atendimiento en la oficina. Conociendo personas y escuchando historias. La salvedad de las tardes fue mi acompañamiento con el padre Alex el lunes, que siguió con el también acostumbrado plan de "misa y cena". El martes por su parte, hubo ronda doble de recogida de donaciones (así nos quitábamos ya las del mes de marzo). En cuanto al miércoles, no lo comenté en la entrada anterior pero me metí en dos cursos de portugués a los que asisto los miércoles de forma paralela (ventajas del on-line). A todo esto, ese día tuve una llamada con José Luis, coordinador de delegaciones en Entreculturas, para tratar algunos asuntos organizativos. ¿De qué? Bueno, me había tocado (y yo contento) dar mi testimonio (hablar de estos ya cinco meses aquí y mi experiencia respecto a ciertos temas de la Amazonía) en la reunión que tenían ese domingo.
El jueves surgió la oportunidad de ir a una actividad de sensibilización de empresas por la tarde y como había tenido una mañana tranquila en casa, acepté. Fuimos Ludimili, Terida, Dimas y yo por parte del Servicio Jesuita. El evento era en el "Casarão da Inovação". Por error, llegamos primero al "Casarão de Idéias" y la verdad que tomé buena nota de aquel lugar que espero poder enseñaros pronto. Ya en el que era, realmente, preparamos una especie de "paraeta" con información del SJMR y unas fotos que hizo Dimas hace unos años:
Terida y Nohemi hablaron de sus historias como migrantes (también Lis intervino desde el público). Luego hubo un diálogo entre trabajadoras y las empresas presentes. El cierre lo dio Yoslin hablando de temas de documentación. Al finalizar subimos a la azotea del edificio, donde habían preparado un piscolabis que acompañó muy bien las charlas con las trabajadoras de otras organizaciones.
Los dos siguientes días estuvieron prácticamente eclipsados en su totalidad, por aquella presentación que debía realizar el domingo. Quizás y solo quizás me lo tomé un poco demasiado enserio. Desde luego, las circunstancias hicieron después que me tuviera que reir de los nervios sufridos y de lo mucho que me estrujé el coco para pensar lo que debía y lo que no debía decir, y cómo hacerlo. Aunque también lo hice así, porque quería tomármelo como un ejercicio de reflexión/recapitulación del tiempo pasado aquí. En fin, que cuando llegó el día y ya estaba para empezar se me congeló el ordenador y hubo que hacer malabares. En eso, se perdieron casi la mitad de los minutos de los que disponía y toda la innecesaria solemnidad con la que me había tomado el asunto. Así que, más relajado lo solté todo a gran velocidad. Parecería que gustó y me fue propuesto dar mi testimonio en otra reunión de Entreculturas. Estaré atento.
El plan magnífico que daba por concluida la semana era una visita a la playa pero por solidaridad con estas Fallas pasadas por agua, el Trópico decidió que cayera la monumental. Comí en la comunidad de João, hablé con Ronaldo y luego quedé con Yoslin para pasar la tarde en su casa viendo unas pelis. Bien.
Abrazos,
Sergio
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