Semana corta con mucho trabajo. Meterse con documentación es lo que tiene. Como dijo Terida hay que acostumbrarse a trabajar con niveles altos de estrés. La oficina se saturó.
Pero empezemos por el principio, que no fue tan ajetreado como los siguientes días...del lunes lo más destacado fue conocer a David, el voluntario VOLPA que va a estar con el Equipo Itinerante. Marita me invitó a asistir a la comida de bienvenida que iban a realizar y fue así, que conocí (en persona, antes ya había mantenido contacto) a David. Todo un soplo de aire fresco charlar con alguien que se mueve en los mismos esquemas mentales y cuya experiencia es tan similar. Reconforta.
Aquí una foto de imprevisto en la que salimos ambos. Por cierto, David tiene un IG (@ahoraquedavid) en el que comparte sus vivencias. Lo recomiendo.
Cuando me refería a meterse con "documentación" al inicio de la entrada, me refería a que esta semana habíamos de "agendar" a unas 60-70 personas para la acción que la OIM realizaría el lunes siguiente. Como tal, y ya comenté en la entrada anterior, la oficina del SJMR está trabajando con protocolo de refugio (en colaboración con el ACNUR), esta vez se iba a dar cita para solicitar o renovar la residencia temporaria. Condición migratoria que tiene una demanda mucho mayor. Del 4 al 7 iban a ser los días en los que inscribiríamos a las personas en dicha acción. Como al primero casi no vino nadie, se difundió a través del grupo de whatsapp de la oficina la noticia y, la respuesta no se hizo esperar...
El martes pasaron por la oficina casi unas 100 personas. Colapso.
Debido a la poca afluencia el primer día, el equipo pensó que sería la tónica general. No estaba preparado para tamaña abalancha de personas. Más allá de la dificultad para atender a todo el mundo, evitar que las personas se agolparan, uno de los mayores problemas fue no haber pensado cual era la prioridad. Porque claro, no está en la misma situación una persona sin documentos que otra que los tienes y viene para renovarlos porque le vencieron hace un mes. Ahí Terida estuvo rápida y logró controlar al personal que ya estaba tirándose encima de una Mikely desbordada. Sin embargo, eso no impidió que muchas personas hubieran pasado en el caos inicial y hubieran sido ya inscritas al margen de cualquier valoración "de prioridad". Los que estábamos en la sala de atendimiento no sabíamos lo tensas que estaban las cosas fuera. Al final hubo que dividir el grueso de personas y citarlas para el jueves (puesto que el miércoles es el día que trabajamos con los trámites de refugio).
No obstante el miércoles, Terida, Giovana (una voluntaria local) y yo tuvimos que salir de la oficina para asistir a una reunión en la comunidad ribereña Nossa Senhora de Fátima. Tanto Mara como dona Dalva se habían dedicado la semana anterior a sondear las personas interesadas en formar parte de un grupo de costura y ese día la profesora iba a mostrar su trabajo y decidir con las interesadas los detalles de la propuesta.
Ni éxito ni fracaso (rotundo), pocas personas de las listadas se presentaron aquel día. Pareció que el proyecto se tambaleaba y quedó un poco pendiente de lograr interesar de nuevo a las restantes. Quienes asistieron, eso sí, mostraron gran interés. Aquí están:
Ya el jueves volvimos al ruedo, la segunda ronda de esa batalla por la documentación. Y uno no exagera cuando habla en términos de lucha porque la desesperación de las personas se palpa. La necesidad es tal que desde bien entrada la madrugada empezaron a llegar las primeras personas para hacer cola y ser atendidas. El problema es que quienes iban a recibir la "cita" para el siguiente lunes ya sabían quienes eran, el resto no tenía cabida. No es fácil decirle eso a alguien que ha pasado la noche esperando y que tiene la expectativa de recibir algo, lo que sea. Cualquier seguridad de avanzar en la obtención o renovación de sus "papeles". De ahí que la cagase cuando Renata (otra voluntaria local) me preguntase que hacía con las personas que habían venido y no tenían "seña". En un primer momento de la conversación le dije que podía anotar a las interesadas en ser llamadas para la próxima acción de la OIM. Al momento me desdije, pensando que era demasiada gente como para ir avisando uno a uno, que mejor dar nuestro contacto y que fueran ellas quienes nos preguntaran la próxima fecha. Ella se quedó con lo primero y el lío se montó. Cuando Terida salió a ver la situación, le dijeron: "sí, nosotros estamos apuntados ya en la lista". ¿Qué lista?
Como luego se hablaría en reunión, lo de hacer "listas" es totalmente desaconsejable. Esto se debe a que causa la impresión de un acuerdo que no es tal. Para la persona migrante estar apuntada en una "lista informativa" no es sino considerar que ya tiene plaza fija, asegurada, para realizar la documentación (u obtener cualquier otro servicio/beneficio) en X momento. Y claro, si luego vuelve y no recibe eso que considera, han pactado ya con él porque "está en la lista", la violencia aparece. Porque se siente engañado. El error en la interpretación no sirve de argumento cuando la desesperación impulsa los actos.
De los errores se aprende. Esa semana hubo más de un mal trago. El otro, aunque más bien "traguito" fue la responsabilidad de montar un deasayuno para el equipo y todas las voluntarias. Después, a estas, darles un entrenamiento en seguridad (con Elly) y sobre el uso de la plataforma y resto de herramientas para saber ofrecer los servicios en la sala de atendimiento (sin él). Para lo primero, la ayuda de Terida fue inestimable ya que me ayudó a preparar la comida (más bien la hizo ella y yo le asistí) y sacó del paso cuando mi rueda de presentación acabó en un tenso silencio que nadie osaba alterar. Ya empezar había sido un poco accidentado por la dificultad de ganarme la atención del "público". Había ciertos elementos, inconfortables.
La parte de las formaciones, fueron mucho más distendidas y relajadas. Además, muy necesrias porque ahora que no está el omnipresente Kevin, se necesita más autonomía de cada persona involucrada en los atendimientos.
Después de estas, tuvimos una reunión de equipo en la que evaluamos lo ocurrido durante la semana y debatimos el modo correcto de actuar respecto al trabajo de documentación. Cuales son los objetivos del SJMR y qué facilita su consecución, no "hacer por hacer" lo que es responsabilidad de otras organizaciones especializadas, dejando de lado la misión propia y llegndo a actuar como mera "filial" de los mastodontes humanitarios.
Antes de preparar la maleta para la que sería mi salida de "Semana Santa", fui con Yan a Compensa para ver la Capoeira de la asociación "Arte e Revelação" donde nos encontramos con Marita, Rai y David.
Saludos,
Sergio
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