Ir al contenido principal

Semana 9 - Reestructuración navideña

Casi terminando el año, cerramos la última semana de trabajo en la oficina con algunos cambios, momentos varios y por supuesto, celebración de los días señalados.

Como ya avancé en la entrada anterior, empezaba la semana enfrentándome a una horda de niños y niñas a los que hubo que ir ganándose poco a poco (más cuando son tan numerosos). De entrada, pasan de tu cara en las presentaciones aunque ya cuando jugué con ellos al "pañuelito" y la "bañena", me pedían que "por favor, profesor queremos jugar al futbolito". No había balón así que, a pintar con la peli Coco de fondo. Todo esto, porque Jaqueline (sí, todavía estaba y aparecerá aquí ya in extremis) y yo nos encargamos de las "crianças" en la actividad organizada en la casa retiro con varias familias Warao, que en total sumaban perfectamente más de 60 personas. El día consistió en un ritual (en su árbol sagrado que tuvimos que engalanar con cintas*), comida comunitaria, misa y finalmente entrega de cestas básicas. Cuando tocó el reparto de algunos regalos a los niños, aquello parecía una cabalgata. Siempre es difícil llegar a todos y las madres nos pedían para los hijos que habían dejado en casa. Que incómodo es decir que no. Los repartos extraordinarios, si no son conocidos y estipulados de antemano por quienes van a beneficiarse de ellos, ponen al que "da" (que es un mero peón, por más que se le atribuya responsabilidad) en una situación, a veces, desagradable. Y bueno, este fue el lunes, bastante largo. Acabó con la despedida ahora ya sí, de Jaqueline que cogió su avión a la noche. 

                                   *

Martes y miércoles fueron días bastante similares ya que, sin atendimento, Kevin y yo nos ocupamos (más él que yo, para ser honestos) de subsanar los errores que se habían producido en la base de datos a lo largo del año. Básicamente completar los perfiles de usuarios en los que habían campos vacíos o errados. Las únicas dos variaciones en este itinerario fueron nuestra visita a la sede del CETAM para recoger los certificados de los cursos que se imparten en la oficina (de paso, Kevin, que había estado en prácticas allí estuvo charlando con sus antiguas compañeras) y la travesía por el sofocante mediodía en busca de un centro de salud en el que yo pudiese sacarme la tarjeta sanitaria (ahora que al tener el dichoso CPF ya puedo hacer). La primera fue un éxito y la segunda un fracaso, caminamos a dos centros distintos y en ambos recibimos la misma respuesta "el sistema está caído y no se puede hacer. No sabemos cuando se podrá". Lo típico. De vuelta a la oficina, Kevin batalló con el sonido castellano /ce/ que era incapaz de pronunciar. Alumno obstinado, al final, lo logró y en el intento nos reímos unas cuantas veces.

A lo largo de las tardes de estos días me había dedicado a ir "transformando" la casa, y muy especialmente mi habitación que por fin siento "mía" (ya está tuneada tope guay, chaval). Algo que desde luego ayuda, ahora que me espera un tiempo incierto de ser el único morador.

El jueves teníamos la "confraternización" del equipo, trabajadoras y voluntarias. Eso hicimos, tras unas palabras para dar paso al picoteo, comimos y luego nos trasladamos al auditorio donde unos cojines estaban estratégicamente colocados. Sentados o tumbados escuchamos la música y lo que Ludimili nos decía. Por causa de la lluvia no pudo venir el padre David así que pasamos a realizar una dinámica previa a la tómbola final que precedió a las fotos de rigor. Todo correcto. 

La Nochebuena íbamos a pasarla Terida y yo con los jesuitas de la comunidad Burnier (junto a la casa de retiro, en donde dormiríamos esa noche). Para ser buenos invitados, decidimos preparar y llevar alguna comida. Terida me comentó que en Venezuela es muy típico en esa fecha el "pan de jamón" de modo que, habló con un venezolano que los prepara. Normalmente él los envía pero Terida había hablado con él que quería conocer su casa, donde vivía con su esposa. Él accedió, claro. Horas más tarde, Terida se lamentaría de que no la hubiera hecho desistir de su idea. El jueves por la tarde tomamos un Uber (muchas veces 99 pero esto es como el yogur que es Danone sea cual sea) y nos dirigimos a la céntrica calle donde vivía el matrimonio cocinero (ella es repostera). Al llegar al destino, Terida le comentó al conductor que mejor nos dejase un poco más adelante. Quería pensar que las indicaciones del GPS estaban erradas y bajamos más adelante, preguntamos a la gente y pronto quedó claro que no, que la casa donde vivían era ese edificio cochambroso con una serie de personas nada amigables apostadas en la entrada. Como el hombre no respondía al teléfono decidimos hacer unas compras en un supermercado cercano, esperando la respuesta y última confirmación. Sí, respondío, ese era el piso. Para allá que nos dirigimos, no muy convencidos (yo me preguntaba si tan bueno estaría ese "pan de jamón" para asumir el riesgo). ¿Qué pasó? Pues...que nos dimos la vuelta antes de cruzar la calle. "Era meterse en la boca del lobo" dijo Terida. Media vuelta y para el centro. Lo que tampoco era tarea fácil, el cielo ya oscurecía y ninguna calle parecía ser buena opción. Atravesamos el "mercado de la banana" (al que por cierto, fui el primer domingo con Agnaldo y João, como cambian algunos lugres sólo por ser de día o noche) y salimos al puerto donde había gente entrando y saliendo de los muelles. Mejor, pasábamos más desapercibidos. Ya en el autobús, hablamos sobre la inseguridad. Sobre como "embrutece moralmente" porque ya no es solo que sea desagradable sentir intranquilidad o miedo sino que la inseguridad te hace deshumanizar a las personas, no confiar y juzgarlas de antemano. Diré más, es caldo de cultivo para el racismo. Yo mismo, en alguno de estos paseos que semi-nocturnos que espero no repetir, me he sentido más intimidado cuanto más negra era la persona. Porque sé que entre las personas excluidas los blancos son minoría (al menos aquí), y quien te va a robar sino alguien que lo necesita (o en cuya situación no tiene mucho que perder). Y es una mierda, la verdad, porque aunque uno pueda razonar los motivos, en el subconsciente lo que queda es "blanco = menos miedo" y "negro = más miedo". La inseguridad pues, es un tremendo obstáculo para la igualdad en tanto nos separa física y psicológicamente.

Cambiando de tema, los días que siguieron fueron muy buenos. Cuando el viernes llegamos a la comunidad jesuita nos pusimos a cocinar Terida y yo, junto con el hermano Arquelino. Yo me encargué de hacer unos pimientos rellenos, que debo decir, quedaron "que te cagas" y unas tortillas de patatas (aquí ya yo crecido y creyéndomelo) que bueno, progresan adecuadamente. Tras una misa, ¿mi primera misa de Nochebuena? con unos tintes tremendos a teología de la liberación y tras habernos encontrado con Jobson, volvimos ya todos para darle buena cuenta a la cena. Además de los padres de la comunidad habían cinco estudiantes de teología entre el grupo. Un estadounidense (con raices cubanas), un cubano, un mexicano y dos hombres de Timor Este (lo siento, no conozco el gentilicio). Sobre estos dos, decir que me sorprendió que pudiese comunicarme en portugués con un "asiático/oceánico", y es que es lengua oficial en su país. Ay las colonias...

La cena fue muy entretenida e incluso tuvimos momento de improvisación, ya que Michael (el estudiante estadounidense) es rapero. Aquí os dejo su canción más famosa:


El grupo, a excepción del padre Emilio que se fue antes, lo componía esta gente buena:

 

    Arquelino y Alex están abajo en los extremos izquierdo y derecho respectivamente

Terminamos a "altas horas de la noche" (a la 1:30, no os asustéis) y lo cierto que, cuando me quise dar cuenta ya era sábado. Tomamos el desayuno en la comunidad y tuve mi primera sesión de acompañamiento con el padre Alex. Muy positiva. Comimos, Terida, Arquelino y yo en casa de los padres de Alex. Luego nos fuimos al río pero en lugar de ir a la playa de Punta Negra (que ya os he enseñado por aquí), Arquelino quiso ir un poco más lejos, cruzando el archiconocido puente:

Comentar que pasé bastante horas de copiloto de Arquelino y este me habló de muchas cuestiones referentes a los pueblos indígenas (él lo es), a la riqueza de conceptos para definir detalles del río y a su trabajo como mediador intercultural durante tres años, en el precario lugar (sin luz ni agua) en el que vivían más de dos mil personas Warao hasta poco. De como la policía irrumpía en las instalaciones a la mínima y bueno, de muchas cosas, como el trabajo infantil en régimen casi esclavitud en las explotaciones de babaçú.

Cuando cruzamos el puente y fuimos recorriendo la tierra "al otro lado del río", lo que veía fue muy recurrente. Fue como entrar en un "museo" de la "precolonización", es decir, ver las primeras etapas de "conquista" de la naturaleza e implementación de la "civilización". Prácticamente no había nada construido (algunas pocas urbanizaciones y proyectos de nuevas ciudades que por ahora solo son grandes carteles) pero había dos cosas que sí estaban y que son fundamentales para toda colonización. Carreteras y gasolineras. La base, gasolina como motor y cemento como medio con los que traer el "progreso". Arquelino nos dijo que la nueva ciudad universitaria tenía su construcción planificada en aquel lugar. Supongo que querrán sacarle partido al puente. A lo que no van a sacarle partido es a la naturaleza, a la cual le va quedando menos tiempo por allí.

Llegamos a un río bien majo y nos dimos el esperado baño. Dejo algunas fotos.



Ya a la vuelta dejamos a Terida en su casa y nosotros nos fuimos a recoger a algunos estudiantes, todos ellos se venían con nosotros al cine. Para ver Matrix 4. Dato positivo de Brasil, todas las entradas de cine tienen 50% de descuento por ser estudiante. Dato negativo, me debieron ver cara de viejo y no me la sacaron con descuento porque pensaban que no era estudiante. Yo, joven flor de 25 primaveras, que estamos hablando de que los estudiantes de esta historia pasan los 30 por bastante algunos (para llegar a Teología en la compañía hacen falta 10 años). En fin, paridas mías.

 El domingo fue un día sencillo, dedicado fervosamente al noble arte de descansar. 

 

Hasta aquí la última entrada de 2021, espero que estéis teniendo felices fiestas y nos vemos en 2022, ¡feliz año!

Sergio 


Comentarios

  1. Sergio José, gracias por escribir, repasso contigo Los momentos vividos y ciertamente Ha sido una semana Buena. Eres una buen companheiro. Aun no termina este ano te hara falta comentarmos tu última semana, mas leve Pero seguro algo tendras que contarmos. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Terida, al final me vas a rebautizar con tu "Sergio José" jaja
      Tú también eres una compañera espléndida, me alegra que sigas con interés el "diario". Nos vemos pronto ;)

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Semana 13 - Retiro

En esta entrada voy a relatar mi día a día en el retiro de silencio en el que estuve entre los días 17 y 25 de este mes. La idea era realizar unos ejercicios espirituales durante unos días en los que no podría hablar con la gente de dentro, ni tendría móvil o internet para comunicarme con la de fuera. Estaría yo, pues, solo y en silencio. Primero de todo, presentar el lugar para que os podáis hacer una idea de cómo era el espacio en el que pasé este "encierro" voluntario.  Como nos explicaron la primera noche (ciertamente éramos un grupo de 6 personas por lo que solo como tal no estaba, aunque en la práctica no me pudiera comunicar), el día se organizaría en torno a algunos horarios. Si bien, respetarlos, se dejaba al libre albedrío de cada uno. Los horarios eran estos:   07:30 Desayuno 10:00 Almuerzo 11:30 Puntos de la tarde 12:00 Comida 15:30 Merienda 18:00 Misa 18:30 Cena 19:30 Puntos de la mañana 20:00 Té de la noche  Como podréis observar, alimentarme fue una de las acti

Semana 28 - Itinerancia

Esta es una de las entradas más especiales que voy a tener la suerte de poder escribir y compartir. En la que voy a mostrar  como fue mi primera itinerancia en el interior amazónico. Eternamente agradecido al Equipo Itinerante y a la familia de Ney, por haber hecho esta semana posible y haber tenido la simpatía e interés de hacerme partícipe. Nuestra itinerancia comenzaba el dìa 29 de abril, el grupo lo formaban cuatro integrantes de la Capoeira Itinerante (y por extensión, del Equipo Itinerante), el hermano jesuita José y yo mismo. Qué menos que empezar presentándolos: De izquierda a derecha tenemos a José, Zé Leandro, Zumba, Ney (abajo), servidor y Erica El plan de viaje era el siguiente. Salíamos desde Manaos a las 12:00 (sumando el consabido retraso) y llegábamos a Coari al día siguiente sobre las 17:00 de la tarde. Allí debíamos participar de una actividad de Capoeira. Pasaríamos la noche en la casa flotante de la familia de Ney y ya sería el domingo, primero de mayo, cuando en la

Semana 0 - Primer contacto

Todavía no he pasado una semana aquí pero estos primeros días han sido intensos. El lunes recibí el visado a mediodía y desde ese momento se sucedieron horas frenéticas de últimos preparativos y rápidas despedidas. El miércoles, bien temprano, salía en dirección a Madrid donde pasé el último día en España (también comí las últimas croquetas de jamón en una temporada), visitando la sede central de Entreculturas y pasando unas horas con un buen amigo al que no veía desde hacía dos años. Ambas visitas, conocer a todo el equipo de EC y el reencuentro, me dieron mucha confianza y tranquilidad en unas últimas horas cargadas de nervios e ilusión. El apoyo de mi madre, mi novia, mis amigos y familia fue (y es) fundamental para afrontar esos momentos finales y el cambio que supone irse tan lejos por tanto tiempo.  El jueves cogí el vuelo a Lisboa (6:45) tras dos días sin dormir y a las 10:00 salía desde allí en dirección a Brasilia.  Un vuelo cómodo, llegué a Brasilia a las 15:30 locales por el

Semana 3 - Campamento base

 Poco a poco van sucediéndose los días en mi nueva casa y trabajo, y voy sintindiendo cada vez más, que formo parte activa en esta nueva realidad. Las cosas van despacio, eso sí, y todavía no puedo hablar de una rutina en la que pueda decir de qué tareas en la oficina me ocupo cada día. Así que, voy a ir contando, como esta rutina va formándose. Esta semana iba a ser un comienzo para conocer y sentar bases pero hubo algún contratiempo. Empezó la cosa fuerte, ya que el lunes es el día que más personas son atendidas. De modo que ahí estaba yo a las 8:00 con mi "uniforme" en el despacho de coordinación, esperando a recibir la orden y destino de aquel día. Ludimili quiso que comenzase en el área de atendimento, la primera sala a la que llegan las personas beneficiarias. Es allí donde se les hace el primer cadastro, se les da información general y los formularios de inscripción a los cursos que se imparten, se elaboran CVs o se deriva a los despachos de las dos trabajadoras social

Semana 1 - Situándome

 ...aunque por poco tiempo. El día a día en esta semana de adaptación temporal. Esta ha sido la primera semana completa y al mismo tiempo, última que pasaré en el Centro Cultural de Brasilia así que, qué mejor que mostrar un poco este espacio y contar que ha sucedido estos días. En primer plano la casa donde se realizan las comidas, la misa y están los espacios de recreo como el salón y biblioteca. Siguiendo la hilera de coches del parking hay otro edificio en el que está la oficina del SJMR y algunas habitaciones, en una de las cuales estoy yo. Al fondo un edificio en construcción que formará parte de estas instalaciones en el futuro. Por dar una imagen también del exterior (todo el recinto está vallado), pongo foto de la calle. Seguramente en la foto no se aprecia pero toda la tierra aquí es prácticamente roja. Esta calle, todas las calles en realidad, están repletas de árboles cuyo fruto son los mangos y aguacates. Curioso verlos en el suelo, cuando en España están a euro la unidad.

El comienzo...

Una experiencia de voluntariado internacional. Escribo con ilusión la primera entrada en este blog que tratará de ser; por un lado, fuente de difusión de esta experiencia única y por otro; diario de vivencias, pensamientos y sentimientos que me ayude a ser plenamente consciente de lo que sucede a mi alrededor en este camino en busca del encuentro con el Otro y las múltiples realidades de la Vida. Para contextualizar mi situación, decir que, actualmente me hallo inmerso en el programa VOLPA el cual se enmarca dentro de la ONG Entreculturas . Gracias a este programa la posibilidad de un encuentro real con y en el Sur se abre ante mi y es por ello que, considero necesaria la realización de esta memoria que ahonde en las diferentes etapas de un proceso de transformación ya empezado tiempo atrás que se plantea los retos más exigentes nunca antes realizados.  No me remontaré al surgimiento de las primeras inquietudes que me trajeron a donde estoy ahora, no al menos en este escrito

Semana 5 - La frontera

Breve y muy dura, así ha sido mi relación con la realidad de frontera en Boa Vista.  El lunes comenzaba la semana y ya parecía que se advertía que no iba a estar del todo preparado para lo que se avecinaba. Por lo que fuera, si bien me habían dicho que esta semana la pasaría en el área de Medios de vida de la oficina de Boa Vista, no esperaba entrar lunes a trabajar ya a primera hora. Un poco más tarde, quizás una visita primero y luego ya...nada, el caso es que me llamaron mientras me sentaba apaciblemente a escribir la última entrada y yo sin duchar ni con ropa limpia tuve que irme pitando al coche. Claro, llegué un poco descolocado y nada preparado (en cuanto a higiene promedio se refiere) y con esas me las tuve que ver estrechando manos, recorriendo espacios y sentándome enfrente de las personas a las que tendría que atender esa mañana. Las tareas eran parecidas a las ya realizadas, hacer el cadastro en la base de datos (que eso sí, no usaba el mismo aplicativo que en Manaos, más s

Semana 10 - Últimas palabras

 ...del año 2021 y primeras del 2022, por no dejar la costumbre de dar la matraca. Nadie se asuste que no me han raptado, aunque Mara y Mirna bien quisieran que me quedase en su casa el máximo tiempo posible (y yo encantado, pero no es plan). En fin, que paso a relatar lo que me deparó la pasada, festiva, semana. Como el día anterior había sido ¨bunkerismo¨ de domingo llevado a su máximo exponente (también lo sería el martes), el lunes Terida tuvo a buen entender, sacarme de la fortaleza inexpugnable para ir a por una donación. Primero, eso sí, fuimos de nuevo a casa de la familia del padre Alex. Allí comimos y ya salimos para el centro comercial. De vuelta a la oficina para dejar la donación, se hizo tiempo hasta la hora convenida para la ¨misa y cena¨ en nuestra comunidad jesuita de confianza. A última hora Terida se bajó del barco. Yo me fui para allá y lo dicho, ¨misa y cena¨ en petit comité. Día entretenido. El martes también lo fue, más allá de que no saliera de casa. Tampoco hub

Semana 16 - Tarumã Mirim

En la entrada de esta semana, que viene cargadísima de fotos, voy sobre todo a mostrar y hablar de la que fue mi visita a las comunidades ribereñas del río Tarumã Mirim, afluente del Río Negro y ubicado a poco menos de 20 km de Manaos. Antes de eso, comentar brevemente como empezó la semana. Bastante parecida a la anterior, en cuanto a estar Kevin y yo en la sala de atendimiento. Seguimos con la atención online aunque las "demandas espontáneas" hicieron que siempre tuviéramos alguien a quien atender en persona. No nos aburrimos pues. El martes por la tarde acompañé a Terida a una reunión con los responsables de Magis para ver de qué forma podríamos trabajar juntos. Luego, aprovechando que estábamos en las instalaciones de la comunidad jesuita del padre David, tuve un acompañamiento. Alex me escuchó atentamente, y mira que no fui parco en detalles, dándome algunas claves para las cuestiones que me planteaba y todavía planteo. Fue muy bien. Se nos hizo tarde y ya me quedé con e

Semana 25 - "A Amazônia é tensão"

Con esta frase, "la Amazonia es tensión", sintetizó Giovana el contexto en el que se enmarcaron los diez días que pasé conociendo Pará, siguiendo el curso del río Amazonas. Me gustaría que me acompañéis en este recorrido que ilustraré con imágenes al tiempo que, os cuento mi experiencia y expongo algunas de las grandes problemáticas de la región.   Día 1 El sábado 9 de abril me dirigí al puerto para embarcar en el São Bartolomeu V. Llovía bastante cuando llegué así que, me fue imposible hacerle una foto. Os traigo una que he encontrado en internet: Elegido el lugar, siguiendo las recomendaciones de Giovana (que había elaborado un documento con varios consejos y lugares que ver, casi que me planificó ella el viaje), y colgada la hamaca (gracias a la ayuda de un amable compañero de viaje), estaba listo para zarpar. No obstante, pronto comprobaría que viajar en barco es un continuo ejercicio de paciencia ya que siempre, absolutamente siempre, hay retrasos. Esa es en parte, la gr