Semana complicada y a la vez sencilla, triste y alegre, sin tonos grises.
El inicio de esta semana estuvo marcado por noticias nada alentadoras desde España, cambios que se esperan pero no se desean. Eso hizo que pasase unos tres primeros días bastante apático. Tampoco tuve mucho margen para lamentarme porque con la salida, la semana anterior, de Elly esta fue la primera semana a tiempo "completo" (Mikely, trabajadora, y Miguel, voluntario, me dan apoyo en momentos determinados) en la que estuve solo en la sala de atendimiento. Entonces, era empezar a las 8:00 y salir a las 16:00 sin mucho tiempo para pensar. Luego, las videollamadas con Noelia y las charlas con Fernando lo hacían un poco más llevadero. Pero no fueron mis mejores días.
La cosa comenzó a cambiar el jueves donde apenas vino/atendí gente. Eso aflojó un poco la presión y pude pasar con mejor ánimo el resto de días. Que por otro lado, tenían algunos planes muy apetecibles.
El primero fue la llamada que tuve con mi acompañante Mila, que tanto me ha ayudado durante la formación y desde que estoy aquí. Además, Terida me obsequió con un regalazo (bueno, hacerlo lo hizo su hermana pero ella fue la impulsora). Esta hamaca que os muestro:
Luego tuvimos el quinto encuentro pastoral con la orientación del padre David quien nos trajo en esta ocasión la teoría, que pusimos en práctica, de la oración. Bastante tiempo después desde la última vez, allá por enero cuando me fui de "ejercicios espirituales": Semana 13 - Retiro. Una foto de los participantes del equipo:
A la noche Yoslin nos invitó a su cumpleaños y la "colonia española" (de VOLPAs) que está congregándose en Manaos no pudo perderse el evento. De izquierda a derecha: David, Fernando, Yoslin y yo. Puede que fuera la primera vez que viera el funky brasileiro en acción.
Para el fin de semana teníamos otra invitación, en este caso del hermano Arquelino, que nos propuso ir a la Casa de Retiro y asistir a la re-apertura del Sextão Paraense (local en el que celebramos mi aniversario). Hoy de mañana, descansados y confiados como estábamos, Arquelino nos sugirió que dieramos un paseo por el mato. Para allá que fuimos y suerte que volvimos de una pieza...
Tras varios intentos la puerta abrió.
De ahí para abajo el camino lo hacías tú.
Terida y sus sandalias pronto desistirían y casi que mejor porque en algunas bajadas las caídas fueron inevitables.
Al final llegamos al arroyo que Arquelino quería mostrarnos. De izquierda a derecha: Jason (suboficial de la Operação Acolhida), Arquelino, servidor, Yan (sobrino de Terida) y Kevin (de paso camino a Mato Grosso):
Y esto fue todo, collons, 3x1 esta vez, a ver si ya mantengo el ritmo semanal.
Saludos,
Sergio
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